LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO SON SECTAS ¿O SÍ?
Los partidos políticos deberían formarlo ciudadanos preparados y de toda índole con una esencia en común, ciertas ideas que guarden sintonía dentro de su partido, pero no soldados que agachen la cabeza y digan “Sí wana” a todo lo que diga su amo. Porque si es así, entonces me veo obligada en dar la razón a todos esos que afirman que sobran políticos.
Si todos van a dar los mismos mensajes, pensar exactamente igual, opinar de la misma forma y hacer exactamente lo mismo que el que está al mando, a no discrepar ni una coma de lo que dice su líder y a no hablar de cuestiones complejas antes de que el de arriba dictamine lo que hay que decir o no, entonces no son partidos políticos, son más bien sectas.
Da tanta vergüenza ver a Ministros que dicen un lunes que es imposible rebajar el IVA del gas, que es una utopía, que es un capricho de la derecha y que eso no va a servir para nada, a cambiar esa misma opinión en solo veinticuatro horas, porque su “amo” al día siguiente se despierta afirmando que ha visto la luz nunca mejor dicho y que la mejor solución ahora, seis meses después de que lo solicitara el Partido Popular es rebajar el IVA del gas, que sencillamente incrementa la antipatía entre los ciudadanos y la creciente creencia de que sobran políticos y que el nivel de nuestros políticos es bastante mediocre.
Señores políticos, una cosa es seguir las instrucciones básicas de un partido y otra parecer borregos, y es por eso, entre otros temas de gran calado como la corrupción que la opinión pública está tan desilusionada y decepcionada de sus políticos, porque éstos son incapaces de mostrarnos empatía, de demostrar que realmente les preocupa el interés general, de aportar soluciones y además nos mienten descaradamente, porque no tienen una hoja de ruta para solventar problemas y generar oportunidades, solo saben tomar decisiones a las urgencias, pero a las urgencias cuando estamos en coma y a punto de desconectarnos de la maquina en la UCI.
Necesitamos políticos valientes y transformadores que sean conscientes y conocedores de la situación en la que nos encontramos, que no vivan ajenos a la realidad, que de verdad piensen en el bien común y no en el titular del día siguiente.
Es urgente encontrar políticos sobresalientes, políticos con los que nos identifiquemos porque saben por lo que vivimos, por lo que pasamos, que no se sorprenden de nuestros problemas, sino que empatizan con nosotros y buscan soluciones reales.
Me llama la atención cuando leo que Ayuso discrepa con Feijoo y lo valoran como algo criticable, como algo que ensucia y daña la imagen de su partido, cuando lo que realmente provoca es normalidad, porque aglutina pensamientos distintos, arrastra a unos y a otros, suma, mucho más que resta, porque a unos les gustarán unas medidas de uno y a otros la den contrario, pero eso no significa que discrepen en la esencia, en su verdadero fin, que es, ayudar a que disfrutemos de una sociedad más prospera y equitativa.
Discrepar entra dentro de la política, y eso enriquece y ayuda a pararse a pensar y reflexionar, no puede ser que tengamos políticos que su único fin sea sobrevivir en la política y permanecer en el cargo, necesitamos y nos merecemos a políticos que sean autosuficientes en su vertiente personal y profesional y que aporten nuevos puntos de vista en una sociedad líquida, volátil, cambiante y en constante transformación.
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