Posibilidad abierta de una oposición derrotada
En los últimos tiempos hemos podido comentar con cierta precisión los comicios parlamentarios y presidenciales de diversos países del mundo. Latinoamérica y Europa han estado frecuentemente bajo nuestra lupa en esas reflexiones y han vivido durante estos meses diferentes renovaciones políticas que bajo ningún concepto deben ser ignoradas. Y las que vienen seguirán marcando el rumbo de la región en las cuales se encuentran inmersas en general y de cada sociedad en particular. No obstante, ahora nos posaremos sobre las elecciones en varias entidades mexicanas y la posibilidad abierta de una oposición derrotada.
Durante las próximas líneas, abordaremos los estados federados que renovarán en las urnas a sus autoridades locales y revisaremos brevemente lo que los sondeos comienzan a sugerir sobre las alianzas y candidaturas.
Hablemos de los cargos a elegir
Como ya hicimos mención, ya hemos tratado en ocasiones anteriores las elecciones nacionales —bien sean ejecutivas o legislativas— en Hispanoamérica y en el Viejo Mundo.En pleno ínterin correspondiente a las dos vueltas presidenciales colombianas, ahora es pertinente tratar las de carácter regional y local que se llevarán a cabo en los Estados Unidos Mexicanos el 5 de junio que viene.Dejaremos de lado por un momento la bandeja paisa y el vallenato para concentrarnos por unos instantes en los chilaquiles y las rancheras. Vista la proximidad del evento, hablemos de los cargos a elegir ese día.
Si bien México se compone de treinta y dos entidades federales —31 estados más la Ciudad de México—, solo seis de ellas renovarán cargos en distintos niveles político-territoriales, como podremos apreciar más adelante: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Los mencionados elegirán a su respectivo gobernador para un período de seis años, exceptuando al de Quintana Roo, que solo durará en el cargo cinco años para poner a coincidir los próximos comicios de este tipo con las federales del 2027, en las cuales se renovará el Congreso de la Unión. En ningún caso podrán ser reelegidos.
Por otro lado, el Congreso del Estado de Quintana Roo, compuesto actualmente por veinticinco diputados, será renovado en su totalidad por los próximos dos años. Aunque las legislaturas suelen durar por la ley tres años —correspondiente a la mitad del período del gobernador—, se decidió reducirlo uno solo en esta ocasión para hacer coincidir la próxima elección de este tipo con las federales del 2024, es decir, cuando se renueve el Congreso y la presidencia a nivel nacional.
Finalmente, Durango renovará treinta y nueve ayuntamientos municipales, conformados por un presidente municipal, un síndico y los regidores, quienes serán designados por el pueblo para los próximos tres años y pudiendo ser reelegidos para otro período adicional.
Apelemos a una «vieja confiable»: las encuestas
Antes de comenzar a comentar la intención de voto, debemos señalar algo: esas seis gobernaciones al día de hoy se encuentran en manos de la oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), de la organización política Morena. El Partido Acción Nacional (PAN) gobierna en Aguascalientes, Durango y Tamaulipas; el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hace lo propio en Hidalgo y Oaxaca y el Partido Revolucionario Democrático (PRD) en Quintana Roo. Sin embargo, no necesariamente se repita esta tendencia. Para aclarar un poco el panorama, apelemos a una «vieja confiable»: las encuestas, pues aunque siempre exista un margen de error en ellas, sirven para reducir incertidumbres y conocer tendencias.
Para el profundo pesar de los detractores del presidente mexicano de turno, la mayoría de los sondeos sugieren lo mismo. Pareciera que todas se pusieron de acuerdo respecto a sus proyecciones: cuatro de las seis gobernaciones en disputa probablemente se pasarán al oficialismo. Una continuaría en manos del PAN con un margen holgado de diferencia y la última se encontraría en empate técnico con una levísima ventaja para el PRI. Nos referimos, respectivamente, a Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Aguascalientes y Durango.
Sobre los diputados de Quintana Roo y las municipalidades de Durango, no hay mucho qué decir. En la primera de ambos, Morena es por los momentos la minoría más grande dentro de la cámara —con nueve de los veinticinco representantes—y la posibilidad de que vuelva a ganar es bastante alta. Veremos si alcanza la mayoría simple o si continúa como hasta ahora. En lo concerniente al segundo punto con el que abre el párrafo, el resultado aparenta ser bastante cerrado en la entidad federal, por lo tanto, podríamos pensar que el resultado dependerá de qué partido o coalición electoral se coloque en el primer puesto en la mayoría de las localidades.
Finalizando, todo indica que el gobierno sumará una nueva victoria a su corto historial electoral. Su líder y actual mandatario federal podrá tener una larga trayectoria como dirigente político, pero su organización política escasamente lleva una década de existencia como movimiento y como partido. De todos modos, nada está decretado todavía. Ya veremos cuál de las medallas se acabará llevando Morena.