En el mes de julio de este año se ha aprobado el envío a las Cortes del Proyecto de Ley de Memoria Democrática y el 20 de octubre se han cumplido 10 años del cese de la actividad armada de ETA. Estos dos hechos tienen como centro común conflictos que han dejado muchas familias rotas, con su consecuente repercusión de dolor, desconfianza, crítica y desasosiego en la sociedad.