¿QUÉ ES UN CONFLICTO?

Cuando te levantas un día y lo primero que ves en las noticias es que Rusia ha invadido Ucrania, luego de haber tenido unos meses amagando que lo haría, te sientes un poco desconcertado. Siempre pensaste que era un poco de fanfarronería de parte de Putin, pero te parecía desproporcionado que realmente se atreviese a hacerlo. Dentro de ese remolino de cosas en tu cabeza, te preguntas, ¿Por qué pasan estas cosas? ¿En qué estaba pensando Putin cuando decidió invadir y generar muertos, desplazados, heridos y una larga lista de etcéteras? ¿Por qué no podemos vivir tranquilamente y en paz? ¿QUÉ ES UN CONFLICTO?

Para poder responder un poco a estas preguntas, es importante primero entender qué es un conflicto. Luego, en otros artículos, podemos adentrarnos un poco más y revisar, rápidamente, diferentes aspectos como, escalada, vías de resolución, reconciliación, etc.

La palabra conflicto genera muchas incomodidades. Es una palabra rechazada por muchos porque tiene una connotación negativa, porque me genera intranquilidad, me refiere a muerte, a heridas, a sufrimiento, a dolor, por decir algunas. Conflicto también es visto como algo más grande, entre países, entre grupos de interés de peso (sindicatos y patronos), sociedades polarizadas (republicanos y nacionalistas). Es aquí donde debemos romper nuestro esquema mental, ya que los conflictos están mucho más cerca de nosotros, en nuestro día a día, en casa, en el trabajo, con los vecinos, con los demás ciudadanos. Y ya que estamos rompiendo esquemas, aprovechemos romper con la negatividad que nos genera y veamos que los conflictos también ayudan a crear, innovar, crecer, aprender.

Definición de conflicto.

El estudio del conflicto, mejor conocidos como estudios de conflicto y paz, es una rama de las ciencias sociales que apenas emerge entre los años 50 y 60 del siglo XX. Muchos catedráticos de diversas especialidades (sociología, psicología, derecho, etc.) han realizado investigaciones y se han atrevido a definir conflicto. Luego de revisar diversos autores, creemos que la definición más sencilla y adaptada a la realidad del ser humano es la propuesta por Dean G. Pruitt y Jeffrey Z. Rubin en su libro “Conflicto Social: Escalada, Estancamiento y Resolución”, Definen conflicto como “una percibida divergencia de intereses, o la creencia de que las aspiraciones actuales de las partes no pueden lograrse simultáneamente”.

Lo fascinante de esta definición es lograr resaltar la condición subjetiva del conflicto (percibida divergencia). Es por esto que muchas veces no logramos comprender el motivo por el cual otra persona se siente incómoda con una situación, porque para nosotros no ha sucedido nada inusual. Esta percepción que cada uno de nosotros tenemos de las cosas que nos suceden y nos rodean, viene determinada por las experiencias pasadas, bien sea la manera en que fuimos criados, el colegio al que asistimos, el país donde nacimos o crecimos,nuestra religión, etc.

La importancia de los intereses

Seguiremos utilizando la ayuda de nuestros amigos Pruitt y Rubin en esta parte. Para ellos, los intereses “son los sentimientos de las personas acerca de lo que es básicamente deseable”. Es decir, lo que para nosotros es importante alcanzar, lo que nos motiva a tomar una acción, lo que nos hace enfrentar situaciones complicadas o que requieren de grandes esfuerzos, las necesidades básicas que debemos satisfacer, entre otras, son nuestros intereses.

Podemos apoyarnos en el trabajo realizado por Abraham Maslow sobre las necesidades humanas. Este psicólogo nos dice que los seres humanos necesitamos satisfacer unas necesidades, que están en diferentes “niveles”, y eso condiciona nuestra motivación o acción para alcanzarlo. Vemos en la figura 1 esta pirámide. Nos explica Maslow que mientras cada uno de los niveles no se vea satisfecho, el ser humano no pasa a la búsqueda del siguiente escalón o nivel.

Para que los intereses choquen frente a los de otros, primero deben traducirse en aspiraciones, es decir metas y estándares. Las metas es aquel resultado hacia el que uno se esfuerza y los estándares son niveles mínimos de logro por debajo del cual uno ve los resultados propios como inadecuados(Dean G. Pruitt& Jeffrey Z. Rubin, 1986).

Y esto, ¿para qué me sirve?

Lo interesante de poder tener presente que en muchos casos no entendemos el motivo por el cual una persona se comporta de una manera, o el por qué un Estado toma una decisión en particular, o por qué mi vecino se empeña en poner la música a todo volumen justo cuando son mis horas de descanso, y un sinfín de otras situaciones que podemos vivir a diario, en carne propia o al mirar o leer las noticias. ¿Para qué me sirve? Para poder entrar en una modalidad de “resolución conjunta de problemas”, donde antes de tomar cualquier acción, procuro primero entender lo que está motivando a ese “otro” a actuar de la manera en que lo está haciendo. No tenemos que estar de acuerdo con lo que está haciendo, pero al entender qué lo motiva, es posible que podamos buscar puntos de encuentro que nos lleven hacia una mejor convivencia.

Esto no es la panacea obviamente. De ser así, viviríamos en un mundo al menos un poco menos convulso. Ahora, si cada uno de nosotros procura hacer lo propio en su vida (casa, hijos, trabajo, vecinos, etc.) iremos generando una cultura de paz y convivencia que nos irá atrayendo poco a poco.