El narcisismo de la izquierda
El tema del narcisismo es un asunto que atañe más a la psicología; sin embargo, no se pueden eludir las múltiples coincidencias que se muestran entre los narcisistas y los izquierdistas. En un mundo cada vez más politizado, y en una sociedad que cada vez gira más hacia la izquierda, tengo la certeza de que usted también hallará similitudes.
De manera coloquial se entiende que el narcisista es aquel que se ama mucho a sí mismo. Nos remitimos inmediatamente a Narciso mirando su reflejo con devoción. A primera instancia parece que un narcisista es solo alguien con buena autoestima. No es así.
El Trastorno de Personalidad Narcisista en realidad es una psicopatía, en la que hay una serie de factores que ponen en peligro a los individuos que socializan con las personas que padecen este trastorno.
El narcisista actúa como un parásito que necesita de lo que otro tiene. Utiliza a las personas para conseguir sus fines personales. El narcisista cree ser digno de admiración, le gusta llamar la atención de todos cuantos están cerca de él. Cree ser más listo, más culto, más interesante.
El narcisista alardea sobre sí mismo. Y no oculta sus deseos de poder. No conoce la empatía. Solo quiere ver satisfechas sus propias necesidades, sin tomar en cuanto si a alguien le puede causar daño.
Precisamente para lograr sus fines utilizan algunas herramientas como el “gaslighting”, que en términos escuetos representa el confundir a su víctima para salir victoriosos de una hazaña.
Esta técnica se trata de manipular la mente de las personas haciendo que duden incluso de su misma memoria. Si se les hace un reclamo, responden: “yo nunca dije eso”, “lo estás inventando”. El interlocutor termina cediendo, confundido de su propio criterio.
Otra técnica recurrente es la de “flying monkeys”, que a grosso modo trata de la alianza que establece el narcisista con individuos manipulables que solo repiten lo que el narcisista les dice. La función de estos aliados es difundir lo que el narcisista les pida y se encargan también de esparcir rumores que favorezcan al narcisista.
¿Ha reconocido a alguien hasta ahora? ¿No le vino a la mente Pablo Iglesias, Hugo Chávez, Fidel Castro, Stalin, Nicolás Maduro, Petro, López Obrador? ¿O quizá recordó a alguien más cercano?
El votante de izquierda tiende a replicar el modelo de su líder; suelen ser personas que gustan de vivir de los demás, por ejemplo, aquellos que piden gratuidad en todos los ámbitos. Creen que los contribuyentes están obligados a pagarles sus caprichos.
¿Usted ha conocido a algún izquierdista que se perciba a sí mismo como el salvador del planeta, el que está destinado a la grandeza absoluta? ¿Se ha topado con esos seres ostentan la verdad absoluta y enfurecen si se les cuestiona?
El patrón va siendo cada vez más claro. Seguramente también ha tenido que afrontar (en el ámbito privado o en el público) a un izquierdista que intenta manipular la información, que tergiversa datos y calumnia a otras personas por medio de los “flying monkeys”.
La maldad de esas personas se intuye. Pero hoy vivimos bajo su yugo. Si intentamos profundizar en el tema, no dudarán en usar sus armas para confundir y salir victoriosos.
Quizá en algunas décadas, cuando el auge de la izquierda haya desaparecido, comience a tomarse más en serio la extraordinario semejanza entre la psicopatía y el izquierdismo.