La muerte del mundo libre
Recuerdo cuando era adolescente y tenía una abundante cabellera, tomaba la afeitadora de mi padre y me hacía una pequeña entrada en el lado izquierdo de mi frente, hoy sin tanto cabello recuerdo lo estúpido que era. También de esos años recuerdo a Irene, creo que fue ella la primera en terminarme una relación, relación de adolescentes claro está, me preguntaba una y otra vez ¿por qué? Si yo fui tan bueno con ella (al menos creía haberlo sido) mi problema en ese caso era ¿por qué ella no era conmigo, como yo lo era con ella? ¿por qué no era correspondido?
Obviamente hoy me rio de esas cosas y me río porque maduré y entiendo que “ni los pelos permanecen para siempre en la cabeza” y “que nadie trata a los demás como tu los tratas” esas dos premisas parecen no estar en las mentes de los políticos, intelectuales, periodistas y opinadores de eso que en muy poco dejará de llamarse “mundo libre” cuando durante horas hacen gala de su pueril ignorancia gastando millones de dólares de espacios de prensa, radio y televisión para adoctrinarnos (que no explicarnos) lo que ocurre en Afganistán.
Digo pueril, porque son inmaduros como niños; por un lado, creen que el mundo permanecerá como lo conocieron, como ese mundo que les permitió hacerse de la fama que poseen, como ese mundo que de una u otra forma han secuestrado para garantizarse continuar dirigiendo la opinión y el destino de las masas; piensan que hacer lo que hacen no traerá consecuencias que tarde o temprano les afectarán.
Por otro lado, creen que todos en todo el mundo son como ellos, ellos que se creen ungidos por una superioridad moral desde la cual instan al planeta a recibir a los afganos que huyen de la barbarie, ellos que desde sus acomodados apartamentos no recibirán a ninguno de los que quieren traer, te señalan como un malvado xenófobo por el simple hecho de sentarte a pensar ¿Quiénes pueden llegarnos bajo los ropajes de “refugiados”? ¿traerán todos buenas intenciones? ¡NO! ¡no te hagas esas preguntas! Serás inmediatamente arrojado al estercolero de la opinión como un apestado; mientras tanto Al queda, ISIS, Hamas, Hezbollah y claro los Talibanes se frotan las manos.
No bastaron los atentados de NY, Madrid, París, Londres y Barcelona; para que estos niñatos entendiesen la forma como el fundamentalismo islámico libra la guerra en nuestros tiempos, no saben quien es Edward Said, mucho menos quienes son Buruma y Margalit, Tampoco conocen a William Lind y mucho menos Martin Van Creveld; nada, no saben nada, simplemente se paran a disparar su burda retorica sentimental, creyendo que nunca serán alcanzados por las transformaciones que ellos mismos han conducido, bien sea por su ya señalada ignorancia pueril o por ser cachorros serviles de la agenda del amo que subsidia su medio de comunicación, su chiringuito ideológico o la investigación que sólo podía ser financiada con fines políticos en alguna universidad pública.
Para ellos que se autoproclaman “demócratas” que la mayoría de los musulmanes acepten la Sharia como ley divina poco importa ya qué, creen saber lo que es, pero nunca la han leído, creen aún que los derechos humanos son universales, pero desconocen que existe una Declaración de los Derechos Humanos del Islam, promulgada en 1990; según esta declaración todos los seres humanos somos iguales en nuestras obligaciones para con Allah, lo que significa que si no crees en Allah ¡no eres humano! tan sencillo, nuestros adoctrinadores de oficio son una panda de ignorantes, que creen que el islam practica la religión como ellos (porque creen que todos somos iguales) la verdad es que ellos practican su religión y nosotros somos practicantes mediocres (yo incluido) seamos católicos, protestantes u occidentales budistas (¡sí! Esa tribu urbana que cree encontrar a Dios en el yoga o debajo de las piedras)
¡NO! No somos iguales y eso nos hace percibir al mundo de formas distintas, para nosotros los pecadores deben arrepentirse para redimirse, para el fundamentalismo islámico el pecador debe ser redimido. ¿Eso quiere decir que mi vecino musulmán es una mala persona? ¡NO! Eso lo que quiere decir es que el entiende el mundo y la sociedad de una forma distinta a como yo los entiendo; los entiende de una forma que yo no puedo juzgar, pese a no compartirla.
El problema no es tu vecino, el problema es que las facciones más fundamentalistas del Islam, no van a organizar un ejército para invadir New York o Berlín, esas facciones fundamentalistas entre los miles de refugiados que Europa se empeña en recibir sin preguntar infiltraran a sus yihadistas para que se mezclen entre los “bobalicones” hasta que les den la orden de poner otra bomba en la estación de Atocha, o de asesinar a los “periodistas” de Charlie Hebdo; el problema es que el Islam tiene un proyecto de poder universal, como lo tuvo el catolicismo cinco siglos atrás, el proyecto católico está en decadencia y los líderes del Islam lo saben y no perderán esta oportunidad.
A las costas españolas llegan a diario miles de emigrantes magrebíes, los medios de comunicación hablan de “refugiados” y “crisis humanitaria” atacan inclementes a quienes denuncian la precariedad de servicios o el derroche de recursos que terminan destinados a esos “refugiados” mientras las pensiones que los ancianos españoles cotizaron durante años son una miseria, estos pseudo periodistas siguen creyendo y transmitiendo la sensación de que España está mejor que Marruecos.
Mientras tanto en 2011 Abdelilah Benkiran, secretario general del partido Justicia y Desarrollo, tras su victoria en las elecciones, que le convirtieron en el primer islamista en acceder a la jefatura del gobierno en Marruecos afirmaba «Hoy, en Marruecos, la sharía es el combate contra la inmoralidad y la corrupción, es encontrar trabajo a la gente, es educar a los ciudadanos. La sharía entendida como hudud (palabra árabe para referirse a la madurez) hace mucho tiempo que ya no existe en el país.»
Esto ocurre mientras España tiene un índice de natalidad del 1% mientras que los emigrantes de origen musulmán constituyen familias en España de hasta 4 o 5 hijos. Es curioso como los medios hacen proyecciones de cuantos metros entrará el mar en las costas dentro de 30 y 50 años a consecuencia del cambio climático, pero no hacen proyecciones de cuantos españoles quedaran en ese periodo al paso que vamos.
El mundo libre se suicida, lo hace porque olvidó luchar por lo correcto y prefirió abocarse a lo cómodo, hoy es más fácil convocar una marcha contra el cambio climático (otra tribu progre devenida en religión) que sacar a la gente de sus trabajos para protestar por el precio de la electricidad; hoy es más fácil llorar a los delfines que mueren en las redes de un atunero, que indignarse por los millones de niños no nacidos asesinados bajo ese eufemismo llamado “interrupción del embarazo”
Así el Islam aún no se haya puesto de acuerdo en quien es el sucesor de Mahoma y persista esa discusión entre Chiíes y Sunníes con todas las facciones que de ellos derivan, ellos están de acuerdo en algo “Allah es Dios y Mahoma su profeta” su proyecto de expansión mundial usa la religión como malgama, no importaran las diferencias entre ellos mientras vean una oportunidad de expansión (ni siquiera importan las diferencias con China, pero de eso hablaremos otro día), mientras que nosotros en Twitter e Instagram escribimos un cursi, ridículo e inútil hashtag #PrayforAfganistan creyendo que hemos hecho algo importante, asistimos como borregos a LA MUERTE DEL MUNDO LIBRE.