Un sorpasso no basta
Para el momento en que redacto este articulo falta un día para las elecciones autonómicas en Cataluña, elecciones que se enmarcan en el “estado de las autonomías” contemplado en la constitución española aprobada en 1978 tras la muerte de Francisco Franco. Esa constitución ha servido para dar estabilidad a España en el último cuarto del siglo XX, a pesar del terrorismo desatado por la banda separatista vasca ETA en su absurdo afán de separar las vascongadas de España. Pero no son solamente los vascos los que quieren separarse de España, a ellos se suman catalanes y más recientemente gallegos. Seré absolutamente enfático en esto, todas estas aspiraciones secesionistas son ilegítimas y absurdas. Nunca el Reino de España sometió ninguno de estos territorios, estos siempre fueron partes de pleno derecho, incluso antes dela unión de los Reinos de Castilla y Aragón y continuaron siéndolo desde el nacimiento de España como sociedad política y como Estado en 1492 con y la expulsión de los musulmanes de Granada. Ni la guerra de sucesión que no de secesión de 1714 ni las guerras carlistas del siglo IXX pretendieron separar a Cataluña de España. Las pretensiones secesionistas son más bien delirios racistas de finales de ese siglo atizados por personajes como Pompeyo Gener, Rovira i Virgili y Valentí Almirall, fundadores del aún existente partido Ezquerra Republicana de Cataluña. No menos importante he de señalar que en cualquier fuente que busque a estos autores aparecen como lo que son “ESPAÑOLES”.
Estas pretensiones por delirantes que sean han persistido en el tiempo, incluso sobrevivieron al régimen franquista y lo hicieron ya que Franco prefería “una España rota que una España roja” (refiriéndose el rojo a la penetración del comunismo en Europa en ese periodo) y una vez fallecido la constitución del 78 dejó la puerta abierta para propiciar los secesionismo, ya que, en su artículo segundo reza “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. El reconocer unas “nacionalidades” a las cuales a su vez se les otorga autonomía por encima de una nacionalidad común española, ha sido un error el cual posteriormente se ha profundizado con la complicidad de algunos gobiernos españoles en ocasiones y la inacción de otros.
El Súmmum de esta aberración llegó durante el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido atizado por el actual vicepresidente de gobierno Pablo Iglesias y cuenta con el silencio pusilánime de la oposición política al actual gobierno, excepto por parte del partido VOX y algunas otras voces dentro del Partido Popular y Ciudadanos; he insisto en señalar la diferencia entre VOX como partido que exige la ILEGALIZACIÓN de los partidos que promueven la separación de España y “algunas voces” en los otros partidos que discrepan de la postura oficial de la jerarquía partidista la cual actúa más como reinas de belleza que desean ganarse la sonrisa del electorado que como políticos de Estado, con una clara visión de las amenazas a las que se enfrentan y de las consecuencias de estas amenazas para el futuro próximo.
Las dos últimas semanas han estado marcadas por la campaña por alcanzar la “Generalitat de Cataluña” (El gobierno de la comunidad autónoma) y esta campaña ha estado signada por la más profunda manipulación, hipocresía y maniqueísmo como nunca se ha visto en España. El proceso secesionista (como debe llamársele, NO INDEPENDENTISTA)lleva al menos dos décadas acelerando su paso, alimentado por recursos del Estado español ¡vamos! algo así como que usted le dé una jugosa mesada a su hijo y este además de gastarla en putas y drogas, compra una pistola para asesinarlo. Es un proceso sustentado en la mentira, la manipulación y el adoctrinamiento, insisto, CON DINERO DEL HERARIO ESPAÑOL, y ese adoctrinamiento tiene hoy sus frutos en hordas de jóvenes alienados que al grito de “fascistas” atacan a quienes solo pretenden mantener la integridad del territorio español; si usted le pregunta a cualquiera de estos jóvenes ¿qué es el fascismo? seguramente balbuceará o dirá alguna estupidez. El otro componente del proceso es la islamización de Cataluña y la erradicación del español como lengua oficial, no solo en la educación, sino en la cotidianidad. Por un lado, promueven la entrada de ilegales que en su mayoría no hablan el español a los cuales “fidelizan” con la idea “catalanista” cuando les toca asumir el catalán y no el español como idioma para comunicarse. Esto por otro lado es absolutamente hilarante ¿qué pensaría Pompeyo Gener al ver su “aria raza catalana” mezclada con musulmanes? Era él quien consideraba a los españoles “inferiores” por haberse mezclado con árabes y semitas.
Pero sin más preámbulos, en lo que a lo electoral se refiere, la propaganda gubernamental ha hecho de un FRACASADO DE SOLEMNIDAD, como el ex ministro de sanidad Salvador Illa (un individuo a cuya gestión del COVID pueden atribuírsele al menos 80 mil fallecidos) el virtual ganador de las elecciones, seguido por Izquierda Republicana de Cataluña y Juntos por Cataluña (¡así! en español… sin cachondeos) partido este último del prófugo de la justicia española Carlos Puigdemont. No será sorpresa que Illa, al igual que el gobierno del cual formó parte, forme gobierno con estos partidos secesionistas y otro rosario de partidos del mismo cuño con votaciones inferiores a los denominados “partidos constitucionalistas” (Populares, Ciudadanos y VOX) en este punto quiero señalar que es absurdo que estos partidos se hagan llamar “constitucionalistas”, simplemente si un partido no lo es ¡NO DEBERÍA EXISTIR!
Y aquí el “por qué” del título de este articulo; VOX entrará con al menos 7 diputados en las cortes catalanas, lo cual es catalogado como un “sorpasso” sin embargo esto no será suficiente al menos para detener los intentos de secesión de los racistas (digo… secesionistas) catalanes. Es muy probable que supere en Diputados al Partido Popular, el cual entrará en debacle, y preferirá mantener su “liderazgo” antes que revisar sus actuaciones, Ciudadanos mantendrá presencia en el parlamento catalánsólo para recordar aquella frase del bolero “lo que un día fue, no será” ya que ese partido pudo ser una esperanza en Cataluña y se convirtió en una decepción y así el secesionismo continuará a sus anchas ante la inacción de un gobierno que no hará nada, no por incompetente, sino por cómplice.
Un sorpasso no bastará, porque VOX no podrá capitalizar lo que logre en Cataluña a nivel nacional, seguramente recogerá el creciente descontento de un grupo de votantes del PP, pero aun así no bastará. Y esa es la desgracia de eso que señalamos como “la derecha española”. Unos no tienen complejos en ser de derecha y por eso los satanizan, otros les acompleja ser la derecha pero no pueden dejar de serlo, y los últimos ni son, ni quieren ser de derecha pero tampoco quieren ser lo otro; y todo esto sucede en un ambiente de confrontación entre los tres donde “la izquierda” (así se odien entre ellos) se reparten el botín del erario público mientras avanzan en el troceo de España bajo la excusa del “federalismo asimétrico” o la “autodeterminación de los pueblos” o la “nación de naciones”.
Un sorpasso no bastará, porque España REQUIERE CON URGENCIA, detener en seco los planes de quienes deliberadamente la rompen en pedazos, muchos españoles voltean esperanzados hacia Europa, pensando que esta impedirá la ruptura; cuando la verdad es que toda Europa odia a España desde por lo menos 1652. La verdad es que por más declaraciones que den, a la unión Europa no le va a importar si Cataluña es parte de España o no, pero los españoles solo se convencerán de esto cuando finalmente ocurra.
Un sorpasso no bastará, porque España no sufre un mal gobierno o un gobierno incompetente, España sufre el gobierno de unos individuos muy competentes ejecutando el plan de destrucción que se han trazado, asumirlos como incompetentes es partir de un diagnóstico errado y todo diagnóstico errado arroja soluciones erradas.
Pudiese seguir señalando motivos por los cuales lo que ocurra el domingo 14 de febrero no bastará, pero me limitaré a señalar como ya lo he hecho en otras ocasiones que los españoles aún son demasiado arrogantes (como lo fuimos los venezolanos) para aceptar que a ellos también les pasara. La única diferencia entre lo que ha ocurrido en otras partes (no solo en Venezuela) y el proceso que actualmente vive España, es que en está aún hay oportunidades para revertir la situación, pero las oportunidades “se acaban” así que comiencen a aprovecharlas y dejen de vender esperanzas, porque las esperanzas pueden venderse por años (pregunten a los cubanos).