8 mitos sobre la guerra (y cómo impiden su comprensión)
La mayoría de las personas tenemos convicciones erradas sobre la guerra. Esto es en parte producto de que los grandes medios han simplificado los procesos históricos. Y ello no tendría importancia si nuestras convicciones u opiniones las volcamos en simples conversaciones cotidianas. Los que sí necesitan una mínima formación sobre las confrontaciones bélicas son los que ejercen o aspiran a ejercer liderazgo o algún papel político. La complejidad que atañe a nuestros tiempos así lo exige: en materia bélica se han transformado los procesos, los actores e incluso los conceptos. Y siguen cambiando a una velocidad inédita.
El curso Guerra, Soberanía y Paz, de Polemos Academy, impartido por Edgar Blanco Carrera, es una oportunidad de acercamiento a esa base teórica mínima que necesita todo líder político o toda persona interesada en comprender los conflictos bélicos.
Mitos sobre la guerra
En este artículo se recogen algunos mitos que nos mantienen desinformados sobre la realidad en materia de guerra, soberanía y paz:
- Las guerras, desde la antigüedad, son invariables: dos contrincantes que luchan mediante armas. Históricamente, los conflictos han sido más complejos de lo que afirma esta sentencia, y en la actualidad más aún. Hoy atestiguamos la confrontación Rusia-Ucrania, donde confirmamos la existencia de bloques de países a favor de uno u otro, y que las armas ya no son solo materiales, sino tecnológicas y de información, entre otras. Además de los diferentes tipos de armamento clásico, nos encontramos con armas menos tangibles: psicológicas, económicas, de sanciones, ideológicas, etc. Anteriormente, las armas condicionaban la táctica, pero ahora la táctica ofrece un abanico de opciones según los medios existentes.
- Solo un contrincante tiene la razón. Este es uno de los mitos más generalizados. La realidad muestra que las motivaciones de las guerras son múltiples: desde simples demostraciones de poder, pugnas por territorio, diferencias ideológicas o identitarias. Los países tienen diferentes visiones cosmogónicas y eso orienta su actuación, incluso las personas tienen su propia escala de valores, incompatible con las de otros.
- Las guerras suelen anticiparse de manera patente. Si esto fuera cierto, algunos mecanismos de negociación serían aplicables para evitar que se desencadenen, pero hemos visto a lo largo de la historia surgir conflictos bélicos de forma súbita y repentina. Son muchos los ejemplos y pocas líneas disponibles para comentarlos. En el curso Guerra, Soberanía y Paz se enumeran abundantes casos reales que ejemplifican los análisis.
- El único medio de resolución de conflictos es la guerra. Por lo general, los países que entablan una lucha formal han sido movidos por causas tan difusas que muchas veces no se trata de conflictos reales, sino de agendas ocultas, planes preconcebidos o la exacerbación de diferencias como las señaladas en el punto 2.
- Los contrincantes de una guerra son claramente diferenciables. Muchos crímenes de guerra se deben a esta convicción, que agrupa en un todo cohesionado a los individuos pertenecientes a un grupo. Es el caso de occidente, del Islam y de cualquier otra identidad, que son vistas de manera homogénea sin llegar a serlo. Olvidamos que las colectividades están formadas por individuos y que no todo puede reducirse a blanco o negro.
- La guerra no me afecta porque se libra lejos de mí. Esto quizá fue cierto antes de la revolución industrial, la globalización y el desarrollo comunicacional de estos dos últimos siglos. El orbe ya está tan interconectado que no habría lugar donde esconderse en caso de una guerra mundial, que tocaría con sus tentáculos todos los sistemas interdependientes que configuran nuestro actual modo de vida.
- Toda guerra finalizará en un período de tiempo. La actualidad desdice de esta afirmación y desde la Guerra Fría del pasado siglo XX nos encontramos en un estado de guerra permanente consistente en una paz armada y en constante riesgo de ataque biológico y nuclear. Dice el profesor Edgar Blanco: “todos los países que cuentan con arsenal nuclear, se están apuntando entre sí… el conflicto está y estará presente” (curso Guerra, Soberanía y Paz, de Polemos Academy).
- Yo estoy en el lado correcto de la historia. Al sumergirnos en el análisis profundo del transcurrir bélico de nuestro planeta, nos daremos cuenta de que no existe un “lado correcto de la historia”, a menos que se trate de la defensa de los principios éticos de preservación de los derechos humanos suscritos, que los países en conflicto se han encargado de relativizar en aras de sus intereses particulares, degenerando en “la guerra más allá de las reglas”.
Los líderes emergentes y los profesionales de áreas relacionadas con los conflictos cuentan con el curso online Guerra, Soberanía y Paz, impartido por el profesor Edgar Blanco, Doctor en Filosofía Contemporánea, en modalidad. Este curso otorga certificado avalado por el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político de la Universidad Camilo José Cela. Tiene una duración de 12 horas.